martes, 8 de julio de 2008

Como hacer frente a la angustia


Cada día resulta más difícil encontrar a la persona que lo escuche a uno con propiedad, y lo ayude en la solución de problemas íntimos. Si usted cuenta a su padre el problema que lo agobia, él le dará la razón. Lo mismo puede ocurrir entre esposo y esposa, ya que en barias ocasiones el quejoso sale regañado o con apoyo contra la persona origen del problema. En este caso ya no es sino dos los enojados y el problema sigue en pie, crece, comienza la acides estomacal, el insomnio, las malas palabras y la perdida total de aquello que comúnmente se conoce como “paz del alma”.

¿Hay en el mundo algunas personas libres de cargas y problemas? Las cargas y los problemas surgen por todo lugar, hasta donde no se espera. Los hallamos en el trabajo, en el estudio, en el autobús, en la iglesia y hasta en la vida familiar. ¿Qué hacer en estos casos?... por lo general hay cuatro caminos que nos ofrece solución. El primero de ellos está en con otras personas para contarle nuestros conflictos. Entre estos están los que buscan a los amigos para darles sus quejas, a los padres que a veces nos regañan y en otras nos miman, los que van al siquiatra, que casi siempre cobran caro por sus tratamientos, y los que van a cantinas donde se emborrachan y tiran el dinero. En segundo lugar están aquellos que se “tragan” sus dificultades, lo cual siempre resultan en úlceras estomacales y problemas nerviosos que llevan a la neurastenia aguza o quizás al manicomio.

Otros y esto es realmente grave, siguen las pisadas de Judas de Kirot, el traidor que busco el suicidio ahorcándose. Después de este trágico camino, el tercero de nuestra lista, surge el cuarto que consiste en la entrega de nuestros problemas a Dios en oración.

Cuando nos entregamos a Dios, descansamos de nuestras cargas, aprendamos a meditar, buscar a las personas correctas, en el momento preciso y aplicar el mejor consejo.


Por: José Daniel Jimenez



1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta muy bueno tu blog, de verdad que estas fraces y concejos que das nos ayudan cunado estamos en esos días difíciles, en los que no creemos no encontrar solución a nuestros problemas. Sabes has sido de gran ayuda para levantarme el ánimo, hasta pronto chau