lunes, 16 de junio de 2008

Reflexión

No des mucha importancia
a la edad de tu cuerpo físico

Sé siempre joven y bien

dispuesto espiritualmente.

El alma no tiene edad.
La mente jamas envejece.
Aunque el cuerpo sufra los
síntomas de la edad física,

tú conserváte joven y bien

dispuesto, porque esto

depende de tu mentalidad

positiva.
Procura que la
juventud
de tu espíritu se
irradie a
través de tu cuerpo,
tengas
la edad que tuvieres.

Tú que te hallas enfermo, o bajo
el peso de un dolor, no te desanimes

El dolor no es un mal, porque
a través de él
nos purificamos
de las
vibraciones groseras
de
los malos pensamientos,
de las malas palabras y
de las
malas acciones.
Soporta con
paciencia tu
enfermedad,
porque por
medio de ella se
esta purificando el organismo
síquico, tu alma, que solo
puede
expulsar las
impurezas por
medio de
los dolores físicos.

No te dejes debatir por el desaliento!


No quieras jamás abandonar
la vida, porque esto no resuelve
nada y
agravará mucho más tus
sufrimientos.

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