No des mucha importancia
a la edad de tu cuerpo físico
Sé siempre joven y bien
dispuesto espiritualmente.
El alma no tiene edad.
La mente jamas envejece.
Aunque el cuerpo sufra los
síntomas de la edad física,
tú conserváte joven y bien
dispuesto, porque esto
depende de tu mentalidad
positiva. Procura que la
juventud de tu espíritu se
irradie a través de tu cuerpo,
tengas la edad que tuvieres.
Tú que te hallas enfermo, o bajo
el peso de un dolor, no te desanimes
El dolor no es un mal, porque
a través de él nos purificamos
de las vibraciones groseras
de los malos pensamientos,
de las malas palabras y de las
malas acciones. Soporta con
paciencia tu enfermedad,
porque por medio de ella se
esta purificando el organismo
síquico, tu alma, que solo puede
expulsar las impurezas por
medio de los dolores físicos.
No te dejes debatir por el desaliento!
No quieras jamás abandonar
la vida, porque esto no resuelve
nada y agravará mucho más tus
sufrimientos.
lunes, 16 de junio de 2008
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